Todas las incógnitas que Murakami nos presenta en el primer libro se van resolviendo a lo largo del segundo. La mezcla de realidad y ficción resulta muy interesante si bien, a mí hubo momentos en que la trama me pareció un tanto cogida por los pelos. Asumo que a más de una se le pondrán los pelos de punta ante este comentario siendo que, hay quien opina que Murakami debería ser candidato al premio Nobel de literatura. Supongo que, al igual que con los colores, cada uno tiene sus gustos.
De cualquier forma, la lectura de este segundo libro me tuvo entretenida durante varias noches y el autor logró crearme expectativas respecto a que era lo siguiente que iba a suceder en su relato. Me gustó pero, no es un libro que volvería a leer.
¡Ánimo y feliz semana!
60 and Up 