¿Qué pasa con las tardes del domingo?

Mucho se ha escrito sobre la tarde del domingo. Ese momento de la semana en que a muchos nos entra algo de nostalgia por, supongo, lo que no vivimos durante la semana. Por lo que se fue irremediablemente, por lo que podría haber sido y no fue. También hay algo de pereza existencial. Pensar que empieza una semana más y que, a menos que nos encante lo que hacemos y nos sintamos plenamente satisfechos con nuestras vidas, resulta inquietante esa sensación de vacío en el alma. Durante años, detesté los domingos por la tarde. Era el final del fin de semana y el inicio de la semana laboral. Nada para tirar cohetes.

Los meses que siguieron al fallecimiento de mi marido fueron particularmente difíciles, los domingos por la tarde eran una suma de todas las ausencias que su muerte dejó en mi vida. Con el paso del tiempo, algo de meditación y mucha reflexión, llegué a la conclusión de que cambiar la «sensación de domingo por la tarde» era cosa mía y de nadie más. Decidí buscar una estrategia y os explico que cosas me han funcionado por si puede serviros de ayuda:

  • Elegir una buena película y dejarla para última hora del domingo.
  • Identificar varias series en Netflix/Prime/HBO, agenciarme una tableta de chocolate y sentarme a partir de las 19:00 h. a disfrutar.
  • Tener a mano un libro que me apetezca leer y guardármelo para el domingo por la tarde.
  • Llamar a una amiga/o con la que hace tiempo que no hablo, o con la que hablo a menudo.
  • Ir al gimnasio. El mío cierra a las 20:00 h. así que, cuando salgo estoy lista para una cena, una peli y a dormir.
  • Aprovechar para hacerse un tratamiento de belleza : mascarillas en el pelo, cara y cuerpo y el resto de rutinas que a algunas mujeres nos relajan.
  • Salir a caminar por la cuidad. Suele ser mejor hacerlo acompañada pero, en ocasiones no hay nadie disponible. Una también puede caminar disfrutando del paisaje y haciendo un ejercicio de auto-reflexión.
  • Escribir. Es lo que estoy haciendo yo en esta tarde de domingo.
  • Mirar un video de Marie Kondo y ponerte a arreglar los armarios siguiendo sus instrucciones.
  • Si os gusta cocinar, aprovechar para adelantar los menús de la semana y, de paso, hacer alguna tarta o postre espectacular.

Como casi todo en la vida, nadie vendrá a rescatarnos de nuestras penas y tribulaciones por tanto, si eres de las que teme el domingo por la tarde, planifica tus actividades y verás que poco a poco estarás deseando que llegue ese momento. Bueno, aquí tal vez me he pasado un poco…pero, mejorará, te lo aseguro.

¡Feliz domingo!

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