Todavía quedan lugares en los que podemos recuperar la magia de ser niños y volver a sentir la emoción y el asombro que nos produce un cuento bien contado.
El viernes asistí a una sesión titulada «Contes d’un llibreter» (cuentos de un librero) en la que Pep Durán nos deleitó con una versión muy personal de lo que asumí es parte de su historia. Con maestría y una pasión evidente por su profesión, Pep transformó cuentos infantiles en historias para adultos demostrando, que en el fondo, todos llevamos dentro un niño o una niña que sueña y se emociona con historias universales.
La Casa del Contes (La Casa de los Cuentos) está en la calle Ramón y Cajal, 35, en el barrio de Gracia de Barcelona y lucha por mantenerse a flote. El local, como no podía ser de otra manera, parece sacado de un cuento. Desvencijado, muy colorido, como si unas hadas se hubieran dedicado a decorarlo con lo que encontraron en algún mercadillo de segunda o tercera categoría. El resultado en conjunto resulta entrañable y, prepara al público para adentrarse en lugares olvidados que cobran vida tan pronto el artista empieza su relato.
La persona encargada del local nos pidió que nos hiciéramos socias, es grátis y le ayudará a conseguir una subvención para poder pagar los requisitos del ayuntamiento si quiere mantener el local abierto. Siento que lugares como este no deberían luchar por seguir funcionando, que deberían recibir el dinero que hiciera falta para mantener viva la cultura, para enseñar a niños y adultos a que no todo es tecnología y gratificación inmediata. Pep nos hizo imaginar, nos hizo reír y también emocionarnos ante reflexiones tan simples como el amor a una madre o a un padre, el querer ser pirata o el pescar letras después de una inundación. Su caja de música nos transportó a la infancia, nos recordó que la imaginación es una herramienta que puede sacarnos de nuestros momentos más tristes y ayudarnos a dar forma a nuestros sueños.
La Casa del Contes tiene actividades todos los meses. Os animo a que visitéis su página web, http://www.casadelcontes.com y, si pasáis por allí, os hagáis socias/os. Es una forma fácil de contribuir a que tus sueños y los de todos sigan vivos en algún lugar.
¡Feliz domingo!
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