La vida tiene la peculiaridad de sorprenderte por más que te creas que la tienes ordenada y bajo control. Cuando menos te lo esperas te envía un revés, o dos, o tres y te deja sin aliento y preguntándote que pasó con tus certezas, adonde se fueron tu seguridad y ese futuro que tenías tan bien planificado.
En cueros emocionales te encuentras mirándote en el espejo sin tener muy claro en quien te has convertido, qué te depara el futuro y si alguna vez volverás a encontrarte. Te pierdes en pensamientos irracionales, en lecturas variadas, en documentales de Netflix, en mil cosas mas. Buscando escapar de esos temores que te acompañaron en alguna pesadilla pero que nunca pensaste que un día se convertirían en tu realidad.
Cuando todo falla, cuando no hay consuelo posible, cuando te agotas solo intentado buscar como salir del atolladero…no te queda otra que mirar hacia adentro y buscar tu propia compañía. Intentar encontrar ese ser humano asustado y triste que espera un rescate que solo tu puedes llevar a cabo. Al principio no le encuentras, escondida como está entre capas y capas de tristeza. Poco a poco va apareciendo, primero un contorno apenas visible, después un pequeño rasgo algo mejor definido y, con el paso de los días, tu verdadero yo se perfila con mayor claridad y empiezas a respirar con calma, a ver luz donde solo había oscuridad.
En el camino te encuentras un poco de todo. Gente que vibra en tu misma frecuencia, gente que ni te entiende ni tiene ningún interés en hacerlo, gente a la que interesas porque piensa que tal vez tu sabes algo que ellos no saben y…curiosamente, creen que puedes ayudarles en esa búsqueda que sin saber, están llevando a cabo. Aparecen maestros y aparecen alumnos. Todos aportan si estás despierta aunque, no siempre entendemos porqué surgen en ese momento, que hemos de hacer con lo que nos dan, que significan algunas señales.
Es probable que no entiendas la mitad de lo que he escrito. No te preocupes. A ratos ni yo misma me entiendo pero, he descubierto que al compartir hay quien te envía sus comentarios y al hacerlo, abre puertas, enciende luces, contribuye a descifrar parte de tu enigma y…solo por eso, merece la pena escribirlo.
¡Feliz viernes!
Hola Rosa,
Me ha encantado este escrito, me ha transportado con tu descripción a ese momento de vacío y de profunda tristeza del que parece imposible salir, he puesto resistencia para no dejarme llevar. Conseguir reencontrarte es imposible, pues después de dar contigo de nuevo ya no serás la misma. Serás una mejor o peor versión de lo que eras, pero no serás la misma.
Prefiero no crecer en ninguna dirección si para ello tengo que pasar por esa desolación …aunque supongo que la vida no te da elección.
Gracias por compartir tus reflexiones e invitarme con ello a hacer lo mismo.
Un abrazo,
Carmen
Me gustaMe gusta
Hola Carmen,
Gracias por tu comentario y ¡como te entiendo! pero, no te desanimes. Ten fe en que, tal y como el futuro a veces nos envía reveses también nos regala con verdaderos momentos de felicidad. Si puedes, medita todos los días un rato. No hace falta que sigas todas esas instrucciones respecto a dejar la mente en blanco, cantar un mantra y juntar los dedos. Simplemente, ten una cita contigo misma y sin juzgar y queriéndote mucho, quédate ahí sin esperar nada. Es probable que poco a poco vayas intuyendo respuestas y nuevos caminos. Como bien dices, aunque queramos hacerlo de otra manera, la vida tiene sus planes y…estamos sujetos a ellos. Te deseo momentos de serenidad y felicidad en el futuro, sabemos que no son permanentes pero hay algunos que merecen mucho la pena. Un abrazo muy fuerte.
Me gustaMe gusta