
Ricardo Semler es un empresario brasileño que hace unos años recibió de manos de su padre una empresa que no atravesaba su mejor momento. Él aceptó hacerse cargo de la misma siempre y cuando su progenitor le permitiese dirigirla a su manera. Hoy en día, SEMCO, la empresa que dirige Semler (entre otras) tiene un historial de éxitos impresionante.
Para ahorraros leer más de lo necesario, os recomiendo que busquéis su charla en TED porque no tiene desperdicio pero, en caso de que no tengáis ni tiempo ni ganas de mirarla, os transcribo algunas perlas de sabiduría que este admirable tipo nos regala.
Empieza la charla diciendo que los lunes y los jueves aprende a morir. A estos dos días les llama sus «días terminales». Dado que mucha gente en su familia falleció relativamente joven, él se hizo la pregunta de qué cosas haría si supiera que le quedaban unos pocos meses de vida. Decidió que en lugar de esperar a que eso sucediera, empezaría a hacer aquello que haría si realmente le quedara poco tiempo. Lo mejor de todo esto es que, no solo lo hace él sino que aconseja y permite a los trabajadores de su empresa para que hagan lo mismo.
Semler anima a sus colaboradores a que persigan sus sueños y aficiones, a que cojan días libres que la empresa les compra por una módica suma permitiéndoles, de esta manera, hacer las cosas que siempre han querido hacer, mientras son jóvenes y gozan de salud y energía.
Para las entrevistas de trabajo piden al candidato que se presente, animan a quien quiere entrevistarle a que le entreviste y además, le invitan a que pase unos días en la compañía, hable con quien desee y se haga una idea de si esa es la empresa en la que quisiera trabajar o por el contrario, no le interesa en absoluto. Por cierto, para ocupar una posición de liderazgo, el candidato debe ser entrevistado por sus subordinados.
Cada seis meses los jefes son evaluados de forma anónima y el resultado de esas evaluaciones hace que continúen o no en el puesto.
También se preguntó porqué no dejar que cada quien decidiera cuanto quería cobrar. Para poder hacerlo de forma coherente, decidieron dar a la gente la siguiente información: 1) cuanto gana cada persona en la empresa, 2) cuanto gana la gente en la misma posición en empresas similares, 3) cuando dinero hace la empresa para saber si puede permitirse pagar los sueldos deseados. Otras cosas que eliminó o dijo a su gente que no quería saber fueron, cuanto gastan en los viajes relacionados con su trabajo, cuantas horas están presentes o donde y como lo hacen.
Por cierto, comenta que a pesar de tener cerca de 4.000 trabajadores, solo hay dos personas en el departamento de RR.HH. y, por suerte, una de ellas se ha retirado (sus palabras, no las mías).
Para Semler es importante organizar su compañía para trabajar desde la sabiduría. En la junta directiva siempre hay dos asientos vacíos (con todo el derecho a voto) para las dos primeras personas de la empresa que se presenten. Han llegado a tener a señoras de la limpieza votando. Según explica esta práctica contribuye a que la empresa se mantenga honesta.
También ha creado una escuela en la que enseñan a los niños lo que hace sabio al ser humano. Semler opina que el sistema educativo está obsoleto. Han diseñado una escuela en la que el rol del profesor es el de Tutor, su trabajo es cuidar al niño, preocuparse por su bienestar, animarle a aprender. Buscan gente con pasión y experiencia, generalmente gente mayor que la sociedad desecha como obsoletos. Piden a estas personas que enseñen a los niños lo que ellos han aprendido de la vida algo que sin duda será más útil que la cantidad de datos irrelevantes que nos tragamos la mayoría cuando éramos pequeños y no nos han servido para nada. Como bien dice Semler, los datos que escupen muchos profesores pueden encontrarse con facilidad en Google.
Ocuparía tres páginas más escribiendo sobre este brillante personaje que desborda humanidad y, sobre todo, sentido común. Tanta formación que se hace en Liderazgo y Gestión de Empresas y, en realidad, dentro de esta charla hay tal cantidad de información útil que si muchos empresarios y estudiantes de escuelas de negocios, la escucharan con la intención de aprender algo probablemente avanzaríamos a la hora de mejorar las rancias prácticas que se aplican en la mayoría de las organizaciones.
¡Feliz jueves!