El Poder del Frío – Wim Hof y Koen de Jong

Acabo de leer el libro cuyo título he tomado prestado para este artículo y ¡estoy entusiasmada!

Wim Hof es un holandés que posee 20 premios Guinness, es conocido como el «hombre de hielo» y una de sus misiones en la vida es divulgar las virtudes del frío extremo. Wim no se anda con chiquitas, tan pronto está nadando en pleno mes de diciembre en los canales de Amsterdam como, se traslada a Finlandia para sumergirse alegremente entre témpanos de hielo.

Descubrí a este interesante holandés en un capítulo de la serie Goop en Netflix. Varios miembros del programa se trasladaron al Lago Tahoe en USA y, después de un par de días de llevar a cabo ejercicios de respiración, se lanzaron a juguetear en la nieve para después arrojarse al lago que, aunque no estaba helado, no parecía que le faltara mucho para estarlo.

Como es de suponer, la mayoría de las participantes (uso el femenino porque casi todas eran mujeres), no solo parecían escépticas sino que no demostraban un gran entusiasmo ante la perspectiva de ir a ejercitarse en tan extremas temperaturas. Curiosamente, al terminar el entrenamiento, no solo se zambulleron en el agua con gran entusiasmo sino que al final del día estaban eufóricas y deseando incorporar en sus vidas esta rutina de bajas temperaturas.

A mí que me encanta probar cosas nuevas, y más si están relacionadas con la salud, me interesó mucho la teoría de Hof y enseguida compré el libro. Como muchas terapias alternativas, si bien no están comprobadas con la rigurosidad de un estudio clínico patrocinado por una multinacional farmacéutica, si que documenta varios casos en los que personas con enfermedades que van de lo grave a lo leve se han curado después de utilizar el método de Win Hof. Cáncer, diabetes, asma, fatiga crónica, artritis, hipertensión…la lista es considerable. Yo, que hoy en día también me dedico a una de estas terapias alternativas (medicina energética), cada día estoy más convencida de que hay muchas formas de curar el cuerpo que no necesariamente pasan por el consumo alocado de fármacos que solo ayudan a enmascarar síntomas pero, rara vez van a la raíz del problema.

El método de Hof es de fácil aplicación, se trata de aprender a respirar de una determinada manera y experimentar con nuestra resistencia a las bajas temperaturas. Nos recomienda no lanzarnos a nadar en aguas heladas sin hacer previamente acciones menos drásticas como, meter las manos y los pies en un recipiente con agua helada y, cambiar nuestras duchas calentitas por unas que no lo sean tanto, vamos, idealmente que estén a la menor temperatura posible.

Ayer compré el libro, hoy lo he terminado y esta mañana he hecho mi primer experimento en la ducha. ¡Por Dios! no resulta fácil pero, he de aceptar, que al terminar me reía mientras me secaba (no sé si de nervios o de felicidad), no he tenido frio y en estos momentos me siento llena de energía y serenidad.

¿Efecto placebo? quien sabe, Win Hof ha participado en muchos estudios médicos en los que ha demostrado que lo que dice no son tonterías y que, efectivamente, podemos mejorar nuestra salud si introducimos los baños con agua helada en nuestra vida. Mi primera experiencia no puedo decir que haya sido placentera pero si energizante y divertida. Dadas las actuales circunstancias, me parece una ganga encontrar algo que me haga reír y sentirme mejor a primera hora de la mañana. Justo antes de engalanarme con la dichosa mascarilla.

¡Feliz viernes!

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