
Definición de Yoga: Conjunto de técnicas de concentración derivadas de la doctrina filosófica hindú que se practican para conseguir un mejor control físico y mental.
A medida que profundizo en el yoga como filosofía, sin entrar todavía en las asanas o posturas, me doy cuenta de que me aporta información muy válida para el día a día. Ayer, por ejemplo, estuve mirando varios videos sobre el tema y me llevé el aprendizaje que comparto a continuación.
Según el budismo, la mayor parte del sufrimiento humano deriva del apego y las expectativas. Dice Ajahn Brahm, un monje budista, que tanto nos quedamos enganchados a las emociones positivas como a las negativas y, en ambos casos, abrimos la puerta al sufrimiento. Con las emociones positivas porque, desgraciadamente, no pueden durar para siempre y cuando pasen harán que nos sintamos desgraciados y, a las negativas porque, ya nos hacen sentir mal desde un primer momento. Según él, hay que vivir ambas con plena conciencia y, una vez han pasado, dejarlas ir y centrarnos en el presente que, a fin de cuentas, es lo único que tenemos.
Lo mismo sucede con las expectativas. Esperamos que la vida, las relaciones, el futuro, etc. sean de determinada manera y, cuando no lo son, nos sentimos decepcionados, traicionados, tristes. Ajahn recomienda encarecidamente centrarse en el aquí y en el ahora, dar sin esperar recibir nada a cambio y soltar los pensamientos y las emociones negativas. También nos anima a parar de quejarnos, a evitar comparar nuestra vida con la de los demás, a no anhelar aquello que siempre está más allá de lo que ya tenemos. Según él, centrarse en el momento actual e intentar vivirlo con plena conciencia nos ayudará a sentirnos más felices y plenos.
Por último, este encantador monje recomienda meditar todos los días como medio para alcanzar el auto-conocimiento y la plenitud. Personalmente he probado varias formas de meditar y la que mejor me funciona es la meditación guiada. Se me da mejor seguir las instrucciones de un experto a dejar que mi mente vague sin rumbo mientras miro la llama de una vela. Irremediablemente termino pensando en qué haré de cena esta noche y eso me frustra y desanima. Con la meditación guiada me centro en la voz y en las instrucciones y, aunque no creo que sea la forma más elevada de meditar, sí que me sirve para calmar la mente y, durante un rato, no pensar en nada más.
¡Feliz jueves!